La estela del navegante


Los compromisos

Me digo comprometido
totalmente y de una vez:
el tiempo me hala la manga,
quiere que vaya con él.
Mi compromiso es sencillo,
sólo hay dos formas de estar:
o bien cogiendo el martillo,
o bien dejándose dar.

Juro que me comprometo
con el mejor tirador,
siempre que tire sujeto
firmemente al corazón.
Me declaro partidario
de las campañas salobres,
mientras la miel sea un sudario
que regalar a los pobres.

Desde que nací me han dado
ciertas flores escondidas
entre los ramos de muerte:
así me salió la vida.
¿A cuánta muerte tocará por flor?
¿A cuántas flores tocará por muerte?
Para no ir más lejos, a las dos
las pongo a hacer el amor.

Me incorporo a las legiones
de quijotes que batallan
por hundir las religiones
donde quiera que se hallan.
Soy militante del hombre
y como tal me proyecto.
Sé que la vida se esconde
en la apariencia de un muerto.

Si alguna vez se me busca,
no me busquen en papeles,
no me busquen en canciones,
no me busquen en  mujeres.
Busquen el hilo de un hombre
y sigan sus laberintos
que, al final, sano y deforme,
me tendrán en el instinto.

Desde que nací me han dado
ciertas flores escondidas
entre los ramos de muerte:
así me salió la vida.
¿A cuánta muerte tocará por flor?
¿A cuántas flores tocará por muerte?
Para no ir más lejos, a las dos
las pongo a hacer el amor.


Silvio Rodríguez (1971)

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